Retengan estas siglas: “pe-pe-e-ese”. Significan Planes de Pensiones de Empleo Simplificados (PPES). Esta es la denominación oficial de una nueva estirpe de vehículos previsionales calificados fiscalmente que el gobierno desea impulsar. Se encuentran definidos en el borrador del Anteproyecto de Ley que modifica la Ley Reguladora de Planes y Fondos de Pensiones (LRPFP) que trascendió a los medios hace unos días. ¿Por qué ahora los PPES?
Tras años de más que discreto desempeño, la Previsión Social Complementaria (PSC) española está registrando cambios interesantes (y también contradictorios) de los que todavía no hemos visto todo lo que encierran. El gobierno, después de haber reducido drásticamente la deducción fiscal de las aportaciones a los Planes de Pensiones personales, en 2021, prevé una nueva reducción en el Proyecto de Ley de los PGE para 2022. Los Planes de Pensiones de empleo, por su parte, se han visto reforzados con aumentos de facto de la deducción que compartían con los planes personales y se verán adicionalmente reforzados si sale adelante lo previsto en el PL citado.
Lo cierto es que este reequilibrio de las deducciones perjudica a aquellos trabajadores que no tienen acceso a los vehículos previsionales de empleo, como son los trabajadores autónomos. Estos, además de haber visto reducido su acceso al ahorro previsional fiscalmente calificado (por la deducción), van a recibir pensiones de la Seguridad Social sensiblemente menores que los asalariados. Si bien este hecho se explica enteramente por su elección de bases de cotización sistemáticamente reducidas.
Pues bien, los PPES, con una calificación fiscal idéntica a la de los planes de empleo, resolverán este problema si no se tuerce el trámite social, gubernamental y parlamentario de lo que especifica la actual redacción del Anteproyecto de Ley que se ha conocido recientemente. Sería deseable, además que, a este nuevo vehículo se le asimilasen vehículos individuales equivalentes hoy existentes promovidos por las compañías aseguradoras y las mutualidades de previsión social profesional que, por un simple imperativo de neutralidad, ameritaran esta equiparación.
Nuestro consejo es esperar y ver, con la confianza puesta en que estos desarrollos en ciernes acaben de cuajar como apuntan. La promoción pública de los Fondos de Pensiones de empleo en los que los PPES se integrarían de entrada (se prevé la movilidad de los ahorros a otros fondos) es un impulso decisivo a la estancada PSC española. Tanto fondos como planes públicos existen en multitud de países avanzados en los que aquella está muy desarrollada, como vehículos de último recurso (default) para partícipes que no encuentran acomodo en los grandes planes corporativos o sectoriales (autónomos y micro y pequeñas empresas) o, simplemente, desean poder usar esta opción previsional.