La propuesta de reforma de las pensiones actualmente en discusión en el diálogo social, y a la que ya nos hemos referido en otras entradas de este blog (aquí y aquí), admite también que se abra la línea de un “consultorio previsional”: ¿qué hago, Dr Ötker?
Hay muchas preguntas que surgen del Proyecto de RDL ahora a debate social. Para empezar, si estuviese ya aprobado, surgiría la pregunta ¿me quedo con los últimos 25 años o paso a los 29 últimos descartando los 24 peores meses? Si para el trabajador medio ya era mission impossible confeccionar su hoja de cálculo previa a la jubilación, ahora aparece este nuevo rompecabezas.
Respuesta: elija lo que mejor le venga, haciéndose ayudar de su cuñado en una BBC (boda, bautizo o comunión). Sepa, no obstante, que con estas opciones nunca saldrá perdiendo respecto a la situación actual y puede que gane; y que, si Vd. gana, el sistema será menos sostenible, aunque sea marginalmente.
Ironías aparte, y no nos gusta ser irónicos, nos gustaría poder aconsejarle que cotice todo lo que pueda a la Seguridad Social. Con buenas y largas carreras de cotización al sistema público de pensiones, para la mayoría de los trabajadores, se obtienen muy buenas pensiones. Mejores cuanto menores son los salarios, gracias a los complementos a mínimos. Los trabajadores con salarios cercanos a la base máxima de cotización, por el contrario, ven cómo la pensión máxima es cada vez menor respecto a la base máxima de cotización. No llamaríamos a esto contributividad.
Si llevamos el sistema a cotas imposibles de financiar sin provocar distorsiones más costosas y ello requiriese posteriormente una intervención a la griega (vea esto) o a la portuguesa, nuestro consejo sería muy diferente de si estuviésemos ante un sistema saneado y solvente a futuro.
Francamente, nos gustaría poder decirle que cotice todo lo que pueda a la Seguridad Social. No obstante, se lo vamos a decir.
Cotice todo lo que pueda a la Seguridad Social. Esta lo necesita, el país lo necesita y Vd. también lo necesita. Confíe en que, de una u otra manera, la sensatez volverá a los gestores del sistema, sean quienes sean estos. Tarde o temprano, aquella será solvente y, en vez de ser un freno al desarrollo y el bienestar, será un acicate de estos. Esperamos verlo y que Vd. lo vea.