El pasado viernes 10 de marzo el gobierno dio a conocer el pacto interno entre las dos formaciones de la coalición sobre la reforma de las pensiones y el acuerdo de Bruselas a dicha propuesta que liberaba otro de los pagos parciales de los fondos next generation. Un Proyecto de Real Decreto Ley que contiene las siguientes medidas:
- La posibilidad de elegir, en los 20 años siguientes a la entrada en vigor del RDL, entre (i) los últimos 25 años ya en vigor para el cálculo de la base reguladora y (ii) los últimos 29 años descartando los 24 peores meses. Pasado ese periodo de 20 años, sólo podría aplicarse la segunda opción.
- La intensificación gradual del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) del 0,6% del salario bruto en vigor al 1,2% en 2029 con 0,2 décimas de punto porcentual a cargo de los asalariados y 1 pp a cargo de los empleadores. Los autónomos asumen los 1,2 pp en su totalidad. El MEI se aplicará hasta 2050, no hasta 2032 como estaba previsto hasta ahora.
- Entre 2024 y 2050 la base máxima de cotización se actualizará con el IPC, al que se le sumarán 1,2 pp adicionales, al margen del MEI.
- Los excesos del salario bruto por encima de la base máxima de cotización se verán sujetos a una “cotización de solidaridad” del 6% hasta un importe máximo determinado por la ley de PGE de cada año. Esta cotización de solidaridad será del 1% en 2025 e irá aumentando a razón de 0,25 pp al año hasta el 6% en 2045. De aquella, 5 pp irán a cargo del empleador y 1 pp a cargo del trabajador. La cuota generada, o su base, no serán computables a efectos del cálculo de la prestación.
- Se aplicarán incrementos adicionales a los previstos con arreglo a la evolución del IPC a las pensiones máximas causadas en el futuro acordes con los aumentos de las bases máximas de cotización.
- En 2027 las pensiones mínimas no podrán ser inferiores al 60% de la renta mediana de un hogar constituido por dos adultos
- En 2027 las pensiones no contributivas no podrán ser inferiores al 75% del umbral de la pobreza.
- Se adoptan medidas para reducir la brecha de género en pensiones y para incluir a los jóvenes en prácticas en el sistema de Seguridad Social.
- Se introduce, por fin, un mecanismo de ajuste automático para que el gobierno pueda aumentar los tipos de cotización del MEI, de ser necesario para equilibrar las cuentas, en caso de ausencia de acuerdo social o parlamentario a partir del año 2050 (DA Segunda del PRDL).
Estas propuestas van mucho más allá de lo que se podía imaginar en los meses pasados, en los que el desencuentro entre los interlocutores sociales restaba verosimilitud a un paquete de medidas como este. El retraso frente a Bruselas y la ausencia de diferencias públicas entre los partidos del gobierno sobre las pensiones tampoco hacían prever una propuesta de medidas tan ambiciosa como esta.
Ahora mismo, nos encontramos ante una propuesta de mucho alcance que se exhibe como un pacto de gobierno, un acuerdo con Bruselas y un triunfo sindical. También emerge como una propuesta controvertida, a la que las patronales (CEOE, CEPYME y ATA) solo han tenido acceso después de los medios o los sindicatos y de la que el Pacto de Toledo también se enteró por los medios.
Hay medidas que mejoran las pensiones, especialmente las más bajas, las de las mujeres, las de los y las trabajadoras con carreras más variables de cotización, y las de quienes sepan elegir bien dentro de las nuevas opciones del periodo de cómputo. Por ejemplo, además de su actualización con la inflación, hay periodos previstos en los que algunas de aquellas aumentarán un plus adicional consolidable. En su conjunto, no obstante, las mejoras de las pensiones contempladas en estas medidas no supondrán elevados aumentos de gasto sobre los que ya se prevén desde la reforma de 2021.
Y aquí entra la opción que el PRDL contempla prioritariamente: un aumento relevante de los ingresos por cotizaciones, que evite ajustar las pensiones. ¿Es esto lo que la propuesta del gobierno va a lograr?
Como decíamos, la que contiene el PRDL es una propuesta inesperada y que va a extraer muchos recursos del bolsillo de los trabajadores, tanto en términos de salario neto (a medio plazo todas las cotizaciones las pagan los salariados) y/o en términos de menores empleos. Es una propuesta muy distorsionante del mercado de trabajo, que además encarece la contratación de talento.
Las medidas más agresivas son las destinadas al aumento de los recursos financieros del sistema. Su introducción va a ser gradual, pero empezarán a hacer daño pasados unos 10 años de la entrada en vigor del RDL. El MEI, al 1,2%, ya recaudaría en 2023 unos 6 millardos de euros. El aumento de las bases máximas en el 1,2% por encima de la inflación recaudaría hoy bastante menos, apenas unos cientos de millones de euros, pues solo una pequeña porción de los salarios alcanzan las bases máximas. El 6% de la cotización de solidaridad, aplicable al exceso del salario sobre la base máxima de cotización de esos mismos pocos asalariados cuyos salarios superan la base máxima, recaudaría, también hoy, algo más, pero apenas la mitad de lo que recaudaría el MEI propiamente dicho. En total, con estas palancas recaudatorias a tope, quizá se llegase a recaudar el equivalente a un 0,8% del PIB, concedamos incluso un 1% del PIB, es decir, unos 13 millardos a precios de hoy.
Estos recursos, que se obtienen por una vía muy distorsionante, sin embargo, palidecen frente al déficit anual que la Seguridad Social seguirá generando como se ha argumentado más arriba. Las distorsiones a las que se alude son: menores salarios, menos empleo y, especialmente, menos talento. Justo lo contrario de lo que necesita nuestra economía y la sociedad española desde hace décadas. Desesperadamente.
Las patronales no estarán contentas, claro. Los sindicatos tampoco deberían estarlo, aunque ya apuntan algunos al destope completo de las bases de cotización, lo que equipararía la cotización de solidaridad al 28,3%. Los jóvenes, deberían estar indignados. ¿Cómo debería estar Bruselas?
Bruselas, muy sorprendentemente, ha aprobado estas medidas. Mejor dicho, las ha aprobado el Comisario Gentiloni, periodista y político fundador del Partido Democrático italiano. Es posible que el Sr. Gentiloni no haya visto el alcance de aquello a lo que ha dado el visto bueno. Entre sus competencias está la defensa del euro. Va a tener que emplearse a fondo para cumplirla si estas medidas salen adelante, porque la deuda española va a aumentar de manera automática con las crecientes transferencias del estado a la Seguridad Social.
O no, porque el mecanismo de ajuste automático que se prevé en la propuesta del gobierno, que consiste en aumentar el tipo del MEI lo que haga falta para cuadrar el déficit de las pensiones, intervendrá sí o sí, especialmente si no hay acuerdo de gobierno, social o parlamentario. Como este mecanismo es una especie de robot, habrá que enseñarle a distinguir cuándo debe intervenir.
Hay muchas soluciones bien probadas en los países más avanzados del mundo que se han vuelto a despreciar en aras de un modelo castizo de pensiones que consiste en prometer lo que no se puede pagar y en desecar los nacederos de la productividad y el empleo para cumplir esas promesas. Hasta rozar los límites.
